Pero una noche, de esas que creí perdidas, 
jugando a las escondidas con el amor me encontré... 
Y así fue que me robaron algo valioso, 
estoy agonizando 
y le quiero pedir por Dios que usted busque por mí 
a la mujer que me robó de una mirada mi sensible corazón...  
No puedo ir yo, porque perdí su dirección.

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