Años.
Una frase que me surge constantemente, con el transcurrir del tiempo es "como cambian las cosas, los años", y justo hoy, facebook me lo recordó.
Recuerdo una vez, que dije lo mismo, y me preguntaron ¿por qué? a lo cual, para no explayarme, ni parecer tan pensante, respondí "porque sí".
Claramente la pregunta me quedó dando vueltas por la cabeza. Pensé en cosas buenas, no tan buenas. Recordé muchas situaciones, de amigos yéndose, quedándose. Momentos vividos, que después decía "¿cómo pudo pasar eso?". Cosas que pensé que nunca las iba a tener y después las tuve. Cosas que tuve y dejé de tener.
Son muchas situaciones en la vida que cambian con el transcurrir de los años. Pero eso no es específicamente lo malo.
Lo malo es lamentarse, por lo que pudo pasar y no paso, por lo que era y dejó de ser, por lo que no era, y ahora es.
Vivimos en un mundo con cambios constantes, somos seres modificables -o no-.
No hay que aferrarse a instantes, porque son solo eso: algo efímero.
Y acá volvemos al principio, claro. Esa frase tan simple, siempre la pensé como algo triste... De verdad. Muy pocas veces la dije haciendo referencia a algo bueno. Soy el típico "haz lo que digo, no lo que hago".
Gran parte de mi vida pasé sintiendo nostalgia por épocas pasadas. Cuando algo se modificaba y no volvía a ser igual. Supongo que por costumbre, comodidad, por lo feliz que me hacía sentir, pero es así. El universo se modifica y hay que aceptar todo lo que ello conlleva.
Disfrutemos si, el momento, lo pasajero. Pero no te aferres.
No te aferres a algo que puede dejar de ser. No te aferres a algo que puede llegar a no existir. No te aferres.
Las personas cambian de pensar, cambian de querer. No te aferres.
Las cosas cambian para ser, o dejar de ser. No te aferres.
Ni tampoco te aferres a lo que ya no es, pensando que en algún momento volverá a ser. No te aferres.
La vida es bella, como para estar angustiándose por situaciones del pasado. Por algo cambiaron, ¿no?
Cuesta acostumbrarse, aceptar, entender, pero es así. A mi me costó años, y puedo decir que hasta hoy en día cuesta acostumbrarme a algunas cosas, pero las acepto igual.
Todo cambia, para bien o para mal.
No te aferres.
Recuerdo una vez, que dije lo mismo, y me preguntaron ¿por qué? a lo cual, para no explayarme, ni parecer tan pensante, respondí "porque sí".
Claramente la pregunta me quedó dando vueltas por la cabeza. Pensé en cosas buenas, no tan buenas. Recordé muchas situaciones, de amigos yéndose, quedándose. Momentos vividos, que después decía "¿cómo pudo pasar eso?". Cosas que pensé que nunca las iba a tener y después las tuve. Cosas que tuve y dejé de tener.
Son muchas situaciones en la vida que cambian con el transcurrir de los años. Pero eso no es específicamente lo malo.
Lo malo es lamentarse, por lo que pudo pasar y no paso, por lo que era y dejó de ser, por lo que no era, y ahora es.
Vivimos en un mundo con cambios constantes, somos seres modificables -o no-.
No hay que aferrarse a instantes, porque son solo eso: algo efímero.
Y acá volvemos al principio, claro. Esa frase tan simple, siempre la pensé como algo triste... De verdad. Muy pocas veces la dije haciendo referencia a algo bueno. Soy el típico "haz lo que digo, no lo que hago".
Gran parte de mi vida pasé sintiendo nostalgia por épocas pasadas. Cuando algo se modificaba y no volvía a ser igual. Supongo que por costumbre, comodidad, por lo feliz que me hacía sentir, pero es así. El universo se modifica y hay que aceptar todo lo que ello conlleva.
Disfrutemos si, el momento, lo pasajero. Pero no te aferres.
No te aferres a algo que puede dejar de ser. No te aferres a algo que puede llegar a no existir. No te aferres.
Las personas cambian de pensar, cambian de querer. No te aferres.
Las cosas cambian para ser, o dejar de ser. No te aferres.
Ni tampoco te aferres a lo que ya no es, pensando que en algún momento volverá a ser. No te aferres.
La vida es bella, como para estar angustiándose por situaciones del pasado. Por algo cambiaron, ¿no?
Cuesta acostumbrarse, aceptar, entender, pero es así. A mi me costó años, y puedo decir que hasta hoy en día cuesta acostumbrarme a algunas cosas, pero las acepto igual.
Todo cambia, para bien o para mal.
No te aferres.