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Cuando nos lastiman, engañan, estafan, apuñalan... Son heridas que quedan, quedan por el dolor que nos hicieron sentir, por la angustia, decepción, desesperación que hicieron crecer dentro nuestro. Pareciera como si nunca podrás salir de ese estado, aparenta ser un coma profundo, un mundo del cual jamás te vas a despegar. Pensamos que lo mejor es estar solo, para superar el dolor en soledad... Pero en realidad nos estamos cavando nuestra propia tumba. Cuando algo nos lastima mucho considero que lo esencial es dejarlo a un lado y disfrutar momentos con otras personas que te aprecien de verdad para curar esa herida.
Al pasar el tiempo, es entendible conocer nuevas personas, tener otro grupo de gente... Y aquí es donde justamente comienza nuestro dilema... ¿Podré confiar en esta persona? ¿Será buena persona? ¿Me traicionará? ¿Estará conmigo cuando lx necesite? ¿Me traerá alegrías? ¿Me traerá tristezas? Y miles de preguntas más que se nos crucen por nuestra mente viviendo ese periodo de "conocer" a alguien. Al enfrentarnos ante esto, es posible querer echarnos para atrás, es posible querer cortar "acá" y no continuar por el simple hecho de que la herida no esta cerrada "del todo" y no queremos arriesgarnos a lastimarnos peor, o a terminar igual que la vez anterior... Pero nunca vamos a conseguir nada en esta vida si no nos arriesgamos. Está en la naturaleza del ser humano cometer errores, tropezar, caer, y LEVANTARSE! Más que eso no nos puede pasar... Quizás si nos hieren, duela... Pero nada es para siempre, nada es eterno. Todo pasa en algún momento y ahí es donde florecemos y sacamos lo mejor de nosotros nuevamente. Aislarnos, lamentablemente, no podemos, porque nuestra mente fue creada para vivir en sociedad... Pero no hay que adaptarse a ésta, solo hay que saber/aprender cómo sobrevivir frente a tanto disturbio.

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