Si te caes, te levantas.

Los tropiezos me enseñaron que hay que saber por donde caminar, por donde mirar, me enseñaron a guiarme mejor, y a no tropezar dos veces en el mismo lugar, o con la misma piedra, o de la misma manera. Sí, me sentí herida, fracasada, lastimada, molesta, pero la vida es así: Si te caes, te levantas. Nadie dijo que iba a ser fácil, es más, hasta todos dicen que es difícil estar acá, en el planeta, rodeado de tantas personas tan diferentes y parecidas a la vez. No es fácil, pero hay que tratar de vivir de la mejor manera posible... Y es todo lo contrario lo que hacen las personas. No abren los ojos, no ven lo hermosa que es la vida, no valoran los secretos que ésta lleva ocultos... Viven preocupados por cosas sin sentido, y no se fijan en lo lindo que es amar, o reír, o ver a alguien feliz. A mi me costó darme cuenta de algunas cosas, pero hoy con 18 años soy más feliz que alguien de 40 años... Porque viven con la mente cerrada, sucia, oscura. No entienden el significado de estar vivos, no saben lo valioso que es respirar cada día de sus vidas. A veces me gustaría resetear algunas cuantas personas, y llenarlas con un poquito de mi...

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