Dejen sufrir!
- Dejalo, que sea libre. - Es nuestro amigo, está perdido, mirá, va a terminar mal!!! - Y BUENO, que termine mal, que se de contra la pared, no importa, que se reviente !!! Y con este dialogo comienzo a redactar mis pensamientos. No importa cuanto queramos a alguien, no importa cuanto nos interese, o cuanto amemos a alguien. Podemos hablar una, dos, miles de veces... Pero esa persona solo va a hacer lo que le parezca correcto, lo que sea capaz, lo que piense/parezca que está bien. Puede ser nuestro amigo, primo, hermano, pero siempre harán oídos sordos a nuestras palabras. Las personas tienden a pensar de acuerdo a lo que su corazón dice, y no tienen en cuenta que el corazón no razona, el que razona es el cerebro, por lo tanto siempre terminan errando, o terminan haciendo algunas cosas que no solucionarían la situación, o simplemente la empeorarían. A veces duele ver estos casos, duele ver a quienes apreciamos en un mal momento, tristes, enojados, o lo que sea. Duele p